sábado, noviembre 11, 2006

¿Para que sirve un congreso médico?

"Balas sobre Brodway", de Woody Allen.
Pantalla en negro. Pasados uns segundos, los gritos de John Cusack irrumpen en la escena:

"¡SOY UNA PUTA...! ¡SOY UNA PROSTITUTA!!"

Se enciende la luz y el protagonista de esta maravillosa película se confiesa a gritos por la ventana de su habitación en mitad de la noche. Siente que ha vendido su integridad y la de su arte ante las exigencias de un mafioso, para que la obra de teatro a la que a dedicado sus esfuerzos pueda ser representada en Brodway.

Yo no me he levantado así, pero la sensación que tengo después de haber ida a un congreso médico es, creo, bastante parecida. Bueno, tampoco vamos a exagerar... comento.

No es que haya ido a muchos congresos de Psicología, pero alguno he pisado. Y no tiene nada que ver con lo de este fin de semana: hotel de 5 estrellas, cenas en los mejores restaurantes de la ciudad, barra libre, autobuses y azafatas para el traslado de los asistentes (no más de 100), multitud de regalos (libros, chorraditas varias, etc.) por parte de la industria farmacéutica, etc.

¿El programa científico? 12 posters. El que presenté yo, mi peor comunicación científica. De hecho, si alguna vez me preguntan si el segundo autor de ese póster soy yo, lo negaré incluso bajo tortura.
Bueno, esto no es del todo cierto, el programa no estuvo mal, despues de todo. Consistió en 10 comunicaciones orales (además de los 12 pósters), ninguna de las cuales era una investigación y cuyo contenido más relevante es el siguiente:

- el 70% de las novedades en psicofarmacología lanzadas al mercado entre 2000 y 2005 no supusieron ninguna novedad terapéutica, segun los propios médicos. Un ejemplo. Un famoso laboratorio lanzó hace pocos años un nuevo antidepresivo, el escitalopram. Pues bien, ese lanzamiento coincidió con la pérdida, por parte de es laboratorio, de la patente del citalopram. Qué casualidad.

- El 90% de los estudios clínicos que se publican sobre la eficacia de fármacos tienen graves errores metodológicos. Además, la administración autoriza la comercialización de un fármaco si tiene un efecto superior al placebo, no obliga a que se compare con otras soluciones terapéuticas ya existentes. De ese modo, se lanzan al mercado fármacos que tienen un efecto inferior a los clásicos, pero que son vendido como si fueran "milagrosos".

- En EEUU, la agencia del medicamento no depende del instituto de salud, sino del de industria. Esto se comenta por si solo.

Eso si, el hotel, la bebida, la comida y los regalos del congreso son absolutamente eficaces si los comparamos con un hotel, bebida, comida y regalo placebo, porque se siguen recetando las novedades, en lugar de los genéricos.

Seguiremos informando.

P.D. Y si os preguntáis por qué soy una "prostituta", yo os lo diré... porque me he puesto ciego, amigos... fino, Rioja, Cava, cervecita, jabuguito, lomo, etc. Salud

8 comentarios:

DLuque dijo...

Además, por culpa de la muy poderosa industria farmacéutica, los psicólogos están excluidos de la sanidad pública. ¡Haces bien en sentirte mal! :-)

Un perro madrileno dijo...

Hombre, yo sé que los "excluidos" lo dices para que se me atraganten los ibéricos, el Rioja y el fino, pero aun así, entraré al trapo...
Precisamente ahora estamos entrando cada vez más en la sanidad pública, y cada vez lo vamos a hacer más porque nos estamos haciendo necesarios. Sin embargo, algo que estoy comprendiendo es que, en un hospital, todo el que no sea médico está "de prestao". Y lo entiendo, porque su trabajo es impresionantemente difícil y meritorio.

Y, además, las penas, con pan (acompañando a cositas ricas, claro), son menos.

Fernando Blanco dijo...

Lo cierto es que a los psicólogos nos dan por todos lados, nadie tiene clara cuál es nuestra función (ni nosotros). Este fin de semana estuve visitando otro congreso sobre enfermedades neuromusculares, donde había neurólogos, psiquiatras, biólogos, psicólogos, ya sabeis... Parece que los neurólogos y los psiquiatras son los únicos "respetables" para trabajar en estos asuntos clínicos, cuando en realidad nuestros cometidos y capacidades son muy distintas y casi siempre complementarias. Como digo siempre: ¡Aquí hace falta marketing!

PD: Me vais a permitir el off topic. Estaba buscando en Amazon algun libro accesible para alguien que no tiene mucha idea de clínica, y que cuente cómo es la terapia conductual en la depresión. Que esté actualizado y sea sencillo, ¿eh? Me interesa para ponerme al día sobre ese tema sin que me cueste mucho trabajo (a ser posible) porque, precisamente, estoy pensando en salir de ese cascarón que es la investigación básica (que amo profundamente) para presentarme en terrenos más aplicados. ¿Quién sabe? A lo mejor me veis dentro de poco en algun congreso algo más generalista. Volvemos a lo mismo: marketing ;-)

Un perro madrileno dijo...

¿Y que tales fueron los "beneficos colaterales" del congreso al que asististe, gilgamesh? ¿Tan buenos como los que describo en el post? ;-P

Bueno, creo que los psicólogos nos estamos haciendo un hueco, pero poco a poco. Supongo que en la Neuropsicología la cosa estará bastante peor que en la clínica pura y dura...

Contestándote al off-topic, es imprescindible que leas "Terapia cognitiva de la depresión" de Beck. Sigue siendo tremendamente actual, y contiene tanto conocimiento y experiencia, que abruma. Imprescindible el palo que le da Beck al psicoanálisis (recordemos que es psiquiatra y psicoanalista de formación).

DLuque dijo...

Umm...pero la terapia de Beck, aunque aplique técnicas conductuales, está basada en constructos más cognitivos. ¿No hay algún libro de terapia conductual?

Fernando Blanco dijo...

Por aclarar, ese libro que me recomiendas no es de Aaron T. Beck, sino de Judith S. Beck, supongo que será su hija o algo así, no lo sé. Imagino que en cualquier caso seguirá a rajatabla las consignas de la caracterización de Aaron T. Beck de la patología depresiva. Es lo que tienen las sagas ;-)

Un perro madrileno dijo...

Bien, el enlace es un error, como podéis suponer...

Recomendaba el de Aaron T. Beck, y si, Luque parte de una teoría cognitiva (más bien cognitivo-conductual), pero cuyas técnicas (sobre todo las iniciales)son tanto cognitivas como conductuales. Hay que recordar, que es una terapia que se usa para la Depresión GRAVE.

A día de hoy, es poco realista pensar en una terapia (de cualquier tipo) puramente conductual. SIEMPRE se reestrucutra alguna creencia, se realiza algun tipo de reatribución, etc. Y, mejor que hacer eso intuitivamente, es usar técnicas empíricamente validadas, no creéis?

Fernando Blanco dijo...

No, si no pedía la referencia porque me haya dado un arrebato de lucidez y quiera montar una consulta clínica, sino porque estoy pensando en darle alguna pincelada aplicada a mi aburrida tesis de investigacion básica.
De todas formas, aprovecho para romper una lanza por la básica. Es la ciencia más divertida, no sé qué pensais. Alguien dijo que es como el sexo: seguro que tiene alguna utilidad, pero no se hace por eso ;-)